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Protagonistas y transformadores

Proyecto: "Personalidad de San Martín"

La personalidad de San Martín, por la alumna Marta Ricci

El general San Martín fue una gran persona. Por sus actos sabemos que fue un hombre valiente, generoso, buen padre, justo y sencillo.Enseñó a su hija a amar la verdad y odiar la mentira, a respetar todas las religiones y la propiedad ajena. La inspiró a tener confianza y amistad, como también acostumbrarla a estar formal en la mesa.El 17 de Agosto se cumplió un nuevo aniversario de la muerte del General José Francisco de San Martín. Siempre se destacará de él sus muy buenas cualidades de:·        Gran organizador·        Valiente soldado·        Persona de disciplina inflexible·        Sabio gobernante·        Generoso, desinteresado y humilde.·        Incansable trabajador hasta alcanzar la meta prefijada.·        Hombre que, consciente de la realidad histórica, supo retirarse cuando lo creyó oportuno.Por ello ha sido, es y será un ejemplo para las generaciones que siempre han visto en él los valores morales y un importante amor a la patria a la cual sirvió con inteligencia, fuerza de carácter, organización, responsabilidad y modestia.San Martín pasó por nuestra historia poseyendo virtudes elogiables y actitudes envidiables Con honor, aumentemos nuestra admiración al prócer que supo renunciar a la gloria de sus triunfos por el bien de su patria, conducta que está muy lejos de ser imitada por los gobernantes de hoy en nuestro país. Marta Ricci.

Personalidad de San Martín, por la alumna Camila Córdoba

José de San Martín fue un hombre sencillo que quería la independencia de las naciones de nuestro continente. Además era maduro, sobrio y preparado para todo. Con sus enemigos fue siempre generoso. No le interesaba nada de las facciones ni de la política interna que provocó la forma civil en su país.Renunció a cargos y honores, en Argentina, Chile y Perú. El dinero que había recibido de Chile lo donó para una biblioteca pública. También donó tierras que les habían sido dadas como recompensa por sus victorias y redujo su sueldo para volcar fondos a la causa de la independencia.Siendo pobre ayudaba a las personas humildes con comida de la cosecha de su propia finca.Escribía con estilo y pensamiento propio. Leía con frecuencia y tenía conocimientos del francés.Era liberal y amante de la cultura y, por serlo, no pudo seguir viviendo en España.  Volvió a América, al lugar de su nacimiento a luchar a favor de las colonias americanas.Era un hombre desinteresado por el poder personal, honrado, veraz  y lleno de amor por la patria.La memoria de don José de San Martín forma parte esencial de la identidad nacional de los argentinos y deteriorar su figura humana sería más que suficiente para poner en duda la jerarquía de valores que él supo infundir con su ejemplo y su obra en cada uno de nosotros.Su conducta está muy lejos de ser imitada por nuestros hombres públicos; es más, muchas veces, hoy se privilegian los intereses personales a los de la Nación y su pueblo.Actualmente no le damos tanta importancia al ejemplo que nos dejó San Martín porque los dirigentes del país sólo le dan importancia al poder, al dinero y a la figura personal. No sólo fue un prócer sino un espejo de lo que debería ser un hombre interesado por el bien de nuestro país, es decir, desinteresado de las riquezas y de los honores. Por todo esto, San Martín estará siempre al lado nuestro como ejemplo a seguir para que no se destruyan nuestros valores como Nación.Por siempre estarás en nuestro pensamiento y en lo más profundo de nuestro corazón.                                                                                        Camila Córdoba

Personalidad de San Martín por la alumna Camila Gómez

San Martín fue un hombre muy sencillo, que amaba más a la patria que el poder.Varias veces renunció a cargos y honores en Argentina, Chile y Perú. Casi dejó la vida por independizar a América. Renunció a sueldos, ascensos, mandos, premios y honores.  Renunció a la gloria de los laureles por el bien de su patria.   Lo que más  anhelaba era la gloria de contribuir al triunfo definitivo de la Independencia. Siempre fue generoso con sus enemigos. Donó diez mil pesos, que Chile le había regalado, para una biblioteca pública.Fue un verdadero libertador, ya que no planeaba apropiarse del poder de los países que quería libertar  y un militar sin ambición política.Sacrificó todo a su causa, conciente de que su misión en esta vida era dar la independencia a las naciones del sur.También donó tierras que le habían sido otorgadas como recompensa por sus victorias y redujo sus sueldos para volcar fondos a la causa de la Independencia.Antes de realizar la maravillosa hazaña del cruce de los Andes, para liberar a Chile y Perú, dona a la provincia de Mendoza parte de los ochocientos libros que había traído de Europa.Recibió muchos ofrecimientos para tomar el gobierno, pero los rechazó manteniéndose siempre fiel a sus principios.Despreciaba profundamente los lujos y la ostentación.Cuando consigue liberar a Perú, Lima esperaba ansiosa la llegada de su valiente libertador. Él, en un gran gesto de humildad, esquiva la muchedumbre e ingresa de noche en silencio y no permite que se lo nombre presidente, aceptando el cargo de Protector del Perú y su libertad.Luego de la batalla de Maipú, las tropas vencedoras se apoderaron de una valija que contenía numerosas cartas de vecinos de Santiago que, atemorizados por el traspié de Cancha Rayada, buscaban congraciarse con el Virrey del Perú. Las cartas fueron entregadas al General San Martín, quien las leyó todas, una por una. Pero finalmente las quemó, sin que nadie, excepto él, supiera el contenido de éstas.Se exilió porque nunca había querido participar de luchas violentas.En pocas palabras, el general San Martín fue un hombre desinteresado de la riqueza personal, honrado, veraz y lleno de amor por la Patria.Este gran hombre murió en la pobreza y en el olvido.En su testamento había solicitado un funeral muy  sencillo.Hoy en día se privilegian los intereses personales antes que los de la Nación. Tendríamos que aprender a trabajar por la Patria y no por el bienestar de nosotros mismos.Este gran hombre va a quedar en la historia y en la memoria de los argentinos y siempre lo recordaremos como una persona muy buena y valiente.

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La personalidad de San Martín, por la alumna Noelia Álvarez

José de San Martín tenía una pronunciación precisa y cadenciosa. Jamás decía algo fuera de lugar, su estilo era persuasivo pero enérgico. Todo lo que prometía lo cumplía rigurosamente. Su palabra era sagrada.Era sencillo y sobrio. Sus modales eran esmerados, era dicharachero y familiar. A través de las máximas que escribió para su hija Mercedes le demostró su amor y su interés porque fuera una persona de bien.Era severo y optimista. Rechazó honores, privilegios y  recompensas, siempre fue generoso con sus enemigos.

No le interesaba la política. Su mayor aspiración era el triunfo definitivo de la Independencia. A pesar de las adversidades lograba lo que se proponía.  San Martín fue un gran prócer que tuvo la historia Argentina  y un ejemplo a seguir para todos.    Aunque el no quería aceptar  ningún cargo público, creo que hubiera sido un gran político. Solo cuando tengamos un gobierno digno de nuestra trayectoria como país, un gobierno que, tal como aspiraba el Libertador, “asegure nuestra tranquilidad y honor”, sólo cuando recuperemos las riendas de nuestro destino, podrá la Argentina rendir a San Martín el homenaje que como Padre de la Patria se merece.

PROYECTO: “LA PERSONALIDAD DEL GENERAL SAN MARTÍN”

La descripción de una persona se denomina retrato. El mismo se refiere a las características físicas (faciales, corporales, gestos, vestimenta, etc), se suelen añadir el aspecto moral y los rasgos de su personalidad (cualidades positivas y negativas de carácter, formas de pensar y de actuar, etc). En este proyecto, los alumnos y alumnas de 7º grado realizaron producciones escritas sobre rasgos salientes de la personalidad del General José de San Martín, uno de los próceres más emblemáticos de nuestra historia. La figura de este gran argentino no se agiganta sólo por los laureles ganados en los campos de batalla, ni por su talla de Libertador de países de América, sino por su atrayente personalidad, asociada a valores que nuestro país, como nación, siente como propios. Respetado, pero poco comprendido en su época, el tiempo agigantó su figura y la posteridad le ha brindado un merecido reconocimiento, gratitud y admiración por una vida desinteresada de ambiciones personales, y dedicada únicamente a luchar por la libertad y grandeza de nuestro país.Presentamos los mejores tres trabajos seleccionados: